Multicolor

Lado A.

Pensé que tu ausencia sería la oscuridad.

Una noche interminable

Sin destellos de luz a la distancia.

Nada perceptible a los ojos curiosos.

Y con el paso de los días

La luz lo inunda todo.

Puedo ver entonces un cielo lleno de explosiones.

Colisiones que colorean mis recuerdos hasta el infinito.

No hay escape de ti.

Estoy a la mitad de un arcoíris:

Besos rojos ardiendo,

Silencios azulados que se confunden con la inmensidad.

Una estela en grises que difumina el camino de partida.

Las promesas rotas se deshojan.

Son violetas que se marchitan en el frío ártico.

Las cartas y las fotografías se enmarcan en felicidad

Que siempre ha sido amarilla.

Pensamientos en lienzos blancos,

Donde van y vienen los recuerdos.

Caprichosas imágenes desgastadas

Que queman la retina con su intensidad.

No hay ausencia completa sin ti.

Sólo un brillo cegador que permanece

Y que cobra fuerza en las noches,

Cuando solo quedan horas por quemar.

Tu ausencia es un estallido multicolor.

Muero en tu océano multicolor.

Lado B.

Eras la iridiscencia que robaba mi calma.

Todo se ha reducido a cenizas:

Blanco y negro sobre nuestros cuerpos.

Por fin se ha agotado tu multicolor.

No hay explosiones coloreando tu recuerdo.

Nuestros momentos se me escapan entre las horas perdidas.

Apenas si recuerdo nuestra historia.

He escapado de ti.

A la mitad de un desierto de arena negra encuentro el silencio.

Ya no siento tu fuego escarlata ardiendo y quemándolo todo.

No más días llenos de verde que colorea tus falsas esperanzas.

Tu esplendor dorado ha sido reemplazado por primaveras plateadas.

Ya no hay noches infinitas.

Mi habitación está desolada.

He llegado a temerle a la luz del día

Y a enamorarme del claro de luna.

Construyo los muros de mi refugio,

Pintados en cada matiz de gris que he encontrado en mi memoria.

Puedo esconderme de ti y tus demonios:

Criaturas neón que se pierden en el crepúsculo.

Tu permanencia se completa con tu partida.

La ceguera blanca me acompaña.

Las sombras se despliegan en los reflejos,

El arcoíris ha muerto.

Tu ausencia es la oscuridad que buscaba mi alma.

No eres más una luz que revela mi dolor.

Shannon E. Casallas

Bogotá, Colombia